Todo encierra unas palabras
Guardadas en el interior de cada elemento, de cada persona, de cada circunstancia, está una historia por ser contada, un poema por ser bordado, un aprendizaje por ser vivido.
Es delicioso descubrirlo.
Vi pasar dos bicicletas por la calle. Una jalando la otra con un lazo de unos dos metros de largo. Por supuesto el de adelante jadeaba más que el de atrás. Pero los dos se veían como uno.
Había visto que se jalaran coches, vacas, remolques... ¿pero bicicletas? ¿se le habría acabado la gasolina?
Inmediatamente pensé en mi pluma.
¿Qué le gustaría narrar de esta imagen bizarra?
Quizás el de atrás aprendía a andar en bicicleta, pero no era ningun niño y no parecía que estuviera haciendo sus pininos. Quizás el de adelante quiso satisfacer su personalidad salvadora y hacer su buena obra del día jalando al samaritano éste.
vete-tu-a-saber.
Luego podía narrar algo de lo que habla el corazón enamorado. De ese deseo de encontrarse con su amado pésele a quien le pese, gústele a quien le guste.
Pero supe que ésos son secretos del alma que reclaman silencio.
Depués observé cómo puede animar a la escritura una espalda.
Frente a mi estaba colocada una de ellas de aproximadamente 45 centímetros. La cintura de esa misma espalda era como de 32.
Los brazos que salían de esa espalda tenían dos prominencias apodadas "conejos" que parecía que los habían alimentado con alfalfa popeye por mucho tiempo.
Completamente varonil.
Y ¡de pronto! Esos brazos se alzaron con las palmas en alto al cielo...Mientras la boca de esa espalda rezaba el Padrenuestro.
Aún me pareció más varonil.
El día aún no terminaba y el cielo repiqueteaba con decenas de colores.
¿De qué será bueno escribir?
hay tantos temas en el mundo por desarrollar...
Veo que es de noche y por el momento me quedo con el sabor que ese todo que me rodea deja en mi mente y en mis afectos. Quizás mañana secuestre uno de ellos para escribir algo que valga la pena tanto como aquéllo que lo suscitó.
¡hasta mañana!