domingo, 27 de febrero de 2011

No todo, no todo...

Que las enfermedades generalmente provienen de bloqueos de energía causados por emociones sin manejar... y ya sabrán, todo el trabajo interior que tuve que realizar para entender de dónde y desde cuándo había llegado este oxidamiento de las visagras que traigo. Que si no fluir, que si no aceptar, que si la madre del muerto y la muerta que está hasta la madre y todas esas cosas...
Tan fácil que hubiera sido haber tomado un desinflamatorio desde el primer día que padecí los síntomas (¿se fijan que estoy hablando como toda una médica?) pero ah no. A rascarle al subconciente.
De todas maneras sirvió. Descubrí cositas que tenía por ahí venidas a menos y que quieras que no influyeron a que esa parte de mi cuerpo estuviera más vulnerable a la pesquiza de dolores, pero yo sigo con un profundisimo dolor de codos.
La doctora que me revisó me preguntó (no si estaba pasando por una situación angustiante ni nada por el estilo) si había estado haciendo movimientos fuertes, rápidos, pesados o bruscos y que luego por alguna razón me haya enfriado.
Ahhhhh era eso.
Bueno, por esta vez se la compro.
Y aprendo a que las cosas no son siempre blancas o siempre negras.
Qué gama más variada de razones hay en este mundo nuestro.

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