Empezó a soplar un viento fresco y las nubes se cerraron sobre el estacionamiento de la plaza.
busqué entre las mil y un chucherías de mi bolsa las llaves del coche, mi piel se erizó con el roce del aire olor a lluvia.
Toma mi mano.
Sígueme.
Dejemos que la lluvia nos empape. Se lleve la sal del sudor que ha provocado tantas preocipaciones.
Prendamos un cigarro.
perdámonos en el rojo fluorecente del tabaco encendido, y elevémonos en cada bocanada hacia el cielo.
Corrimos un buen rato uno junto al otro, con la ropa pegada a nuestro cuerpo, dibujando nuestra silueta.
¡Qué bien se siente tenerte cerca!
Alguien sonaba el claxon para preguntarme si dejaría libre el lugar.
Borré de mi mente tu imagen.
Encontré las llaves.
Me di cuenta que la lluvia eran mis lágrimas.
jueves, 30 de junio de 2011
miércoles, 29 de junio de 2011
Palabritas, nacen las palabritas...
Cuántas cosas hacemos al día porque tienen una consecuencia o una razón lógica para hacerlo.
Si comes, es para tener fuerza en el cuerpo y poder gastar energía en movernos; si duermes, es para reponer aquéllo que gastamos en el día; si te bañas, es porque quieres estar limpio y oler rico.
Si te suenas, es ¡porque tienes mocos!
Si tomas agua, generlamente tienes sed.
Hasta si lees, en ocasiones lo haces para aprender algo o tener un rato de delicias.
Pero escribir... lo haces por que sí.
No importa si alguien más lo lee, o si se queda empolvado en el rincón de las letras olvidadas.
No importa si es algo divertido, insulso o tan profundo que tienes que salir de las palabras haciendo esfuerzos para nivelarte, y tu cuerpo pesado, se impulsa de ese lugar como cuando se sale de una alberca. No necesita ser algo que sientes o que anhelas, simpemente es.
Gráfico a gráfico, se va plasmando la historia, la poesía, el chiste o la frase. Lo que haga después el lector con ella, no importa.
Y esa razón sin razón de la escritura, es a la vez tan fabulosamente liberadora que es casi imposible resistirse a sus encantos.
Te animo a tomar la pluma y escribir.
Escribe tu vida,
escríbele a tu vida,
escribe lo que ves,
o lo que sientes,
o lo que no sientes;
lo que te asombra, lo que te aburre; en lo que crees, lo que imaginas;
aquéllo que sueñas, lo que anhelas o necesitas;
plasma lo que ya posees o las fantasías que nunca tendrás.
Hazte niño o adulto,
con lápiz
con pluma
con las teclas de la computadora que crean música al ser usadas...tic tic tic tic
en cuadernos nuevos
en viejos
en papeles sueltos que se guardan en el fondo de una bolsa revuelta
hazlo como quieras y donde quieras,
pero no te prives de hacerlo.
anda,
lo que no escribas tú, nadie lo hará.
haz que nazcan esas nuevas palabritas, quién sabe, si al darles vida, descubras la tuya también.
Si comes, es para tener fuerza en el cuerpo y poder gastar energía en movernos; si duermes, es para reponer aquéllo que gastamos en el día; si te bañas, es porque quieres estar limpio y oler rico.
Si te suenas, es ¡porque tienes mocos!
Si tomas agua, generlamente tienes sed.
Hasta si lees, en ocasiones lo haces para aprender algo o tener un rato de delicias.
Pero escribir... lo haces por que sí.
No importa si alguien más lo lee, o si se queda empolvado en el rincón de las letras olvidadas.
No importa si es algo divertido, insulso o tan profundo que tienes que salir de las palabras haciendo esfuerzos para nivelarte, y tu cuerpo pesado, se impulsa de ese lugar como cuando se sale de una alberca. No necesita ser algo que sientes o que anhelas, simpemente es.
Gráfico a gráfico, se va plasmando la historia, la poesía, el chiste o la frase. Lo que haga después el lector con ella, no importa.
Y esa razón sin razón de la escritura, es a la vez tan fabulosamente liberadora que es casi imposible resistirse a sus encantos.
Te animo a tomar la pluma y escribir.
Escribe tu vida,
escríbele a tu vida,
escribe lo que ves,
o lo que sientes,
o lo que no sientes;
lo que te asombra, lo que te aburre; en lo que crees, lo que imaginas;
aquéllo que sueñas, lo que anhelas o necesitas;
plasma lo que ya posees o las fantasías que nunca tendrás.
Hazte niño o adulto,
con lápiz
con pluma
con las teclas de la computadora que crean música al ser usadas...tic tic tic tic
en cuadernos nuevos
en viejos
en papeles sueltos que se guardan en el fondo de una bolsa revuelta
hazlo como quieras y donde quieras,
pero no te prives de hacerlo.
anda,
lo que no escribas tú, nadie lo hará.
haz que nazcan esas nuevas palabritas, quién sabe, si al darles vida, descubras la tuya también.
sábado, 25 de junio de 2011
El hoyo negro, o meollo...
Un hoyo negro es una estrella que ha sobrevivido a una explosión de supernova y su masa es varias veces mas grande que la del sol, no hay nunguna fuerza que pueda impedir su colapso. Este colapso se va acelerando rapidamente y la superficie de la estrella se mueve cada vez mas rapido hasta que al final se desliza por una fisura que ella misma a creado en el continuo espacio-tiempo.
Por ello me parece que somos un hoyo negro. Somos un cuerpo lleno de luz que vive,
... y sobrevive.
El colapso llega. Irrefutablemente. Por mucha energía que utilicemos en impedirlo, nos vamos acercando cada día, por ese camino que vamos trazando a cada paso, al destino final.
Al hogar.
Lo que en esta ocasión quería decir es algo de hoyos. Y aquéllo me vino a la mente.
Pero de lo que quiero hablar es del "meollo del asunto".
¡Creo que tengo la respuesta a nuestras preguntas!
¡Creo que ya encontré el GRAN MEOLLO. La sustancia. El quid.
¿Quién eres?
Esa es La Respuesta.
Si cada uno de nosotros profundizara en quiénes somos, en nuestra realidad ontológica, todas las cosas cobrarían su verdadera dimensión y seríamos más libres y más felices.
Quita los "agregados". Quita todas esas esferitas que has ido colocandote en la vida, las buenas y las malas, las que apruebas y las que rechazas. Quedate desnudo con tu verdadero YO.
Despójate de las circunstancias.
De las acciones, acertadas o no que has tomado.
Quédate frente a ti y mírate.
¿Quién soy?
Si llega a ti la respuesta,
la verdadera respuesta...
entenderás lo que te digo.
Por ello me parece que somos un hoyo negro. Somos un cuerpo lleno de luz que vive,
... y sobrevive.
El colapso llega. Irrefutablemente. Por mucha energía que utilicemos en impedirlo, nos vamos acercando cada día, por ese camino que vamos trazando a cada paso, al destino final.
Al hogar.
Lo que en esta ocasión quería decir es algo de hoyos. Y aquéllo me vino a la mente.
Pero de lo que quiero hablar es del "meollo del asunto".
¡Creo que tengo la respuesta a nuestras preguntas!
¡Creo que ya encontré el GRAN MEOLLO. La sustancia. El quid.
¿Quién eres?
Esa es La Respuesta.
Si cada uno de nosotros profundizara en quiénes somos, en nuestra realidad ontológica, todas las cosas cobrarían su verdadera dimensión y seríamos más libres y más felices.
Quita los "agregados". Quita todas esas esferitas que has ido colocandote en la vida, las buenas y las malas, las que apruebas y las que rechazas. Quedate desnudo con tu verdadero YO.
Despójate de las circunstancias.
De las acciones, acertadas o no que has tomado.
Quédate frente a ti y mírate.
¿Quién soy?
Si llega a ti la respuesta,
la verdadera respuesta...
entenderás lo que te digo.
viernes, 24 de junio de 2011
pasa...lo que ha de pasar.
Recuerdo un día que hojeando una revista National Geographic me topé con un artículo de unos alpinistas que escalaban el Everest.
En la página principal aparecía la fotografía del rostro de uno de ellos el cual había perdido ya una parte de su nariz por el frio intenso.
Su rostro gangrenado me invitó a leer unas cuantas líneas del reportaje que le habían hecho al alpinista.
Decía mas o menos así:
"En las alturas, en el frío de las montañas, si te preocupas, te mueres. Si no te preocupas, igual también te mueres, entonces elijo no preocuparme".
Me hace pensar en la realidad de la frase. Lo que va a pasar, pasa, independientemente del estrés liberado en el momento.
Lo meditaba mientras estaba enfrascada en uno de los embotellamientos más "sublimes" que he padecido, mientras observaba que la aguja de la gasolina rozaba burlona la línea de EMPTY.
Si he de llegar, llego. ¿Para qué me apuro?
Si no he de llegar, ¡no he de llegar! aunque me apure!.
Por más que repetía eso en mi ansiosa mente, seguía golpeteando el volante esperando que los cuatrocientos cincuenta y nueve trailers que estaban parados delante de mí, por lo menos dieran indicio de empezar a moverse.
Y llegué a la gasolinera.
Y también llegué a mi casa.
Cuántos disgustos y penas nos ahorraríamos si aprendiéramos a soltar más.
a confiar más.
a disfrutar más.
a gozar el frío de la nieve cayendo en nuestras pestañas y cubriendo nuestros pómulos y nariz.
porque pasa, lo que ha de pasar.
En la página principal aparecía la fotografía del rostro de uno de ellos el cual había perdido ya una parte de su nariz por el frio intenso.
Su rostro gangrenado me invitó a leer unas cuantas líneas del reportaje que le habían hecho al alpinista.
Decía mas o menos así:
"En las alturas, en el frío de las montañas, si te preocupas, te mueres. Si no te preocupas, igual también te mueres, entonces elijo no preocuparme".
Me hace pensar en la realidad de la frase. Lo que va a pasar, pasa, independientemente del estrés liberado en el momento.
Lo meditaba mientras estaba enfrascada en uno de los embotellamientos más "sublimes" que he padecido, mientras observaba que la aguja de la gasolina rozaba burlona la línea de EMPTY.
Si he de llegar, llego. ¿Para qué me apuro?
Si no he de llegar, ¡no he de llegar! aunque me apure!.
Por más que repetía eso en mi ansiosa mente, seguía golpeteando el volante esperando que los cuatrocientos cincuenta y nueve trailers que estaban parados delante de mí, por lo menos dieran indicio de empezar a moverse.
Y llegué a la gasolinera.
Y también llegué a mi casa.
Cuántos disgustos y penas nos ahorraríamos si aprendiéramos a soltar más.
a confiar más.
a disfrutar más.
a gozar el frío de la nieve cayendo en nuestras pestañas y cubriendo nuestros pómulos y nariz.
porque pasa, lo que ha de pasar.
miércoles, 15 de junio de 2011
Asomando la mirada
Por el polvo y el viento mantenía cerradas las ventanas. El calor sofocaba el interior de la morada. El oxígeno se viciaba causando mareos. La energía se estancaba creando telarañas que hacían borrosa la mirada.
¿Y si abro la puerta? ¿Qué entrará por ella?
¿Quedará vulnerable mi hogar, dejándome al asecho de cualquiera?
Un golpe pequeño se escuchó de pronto.
Un golpecillo sordo. Apenas audible.
¡Imposible abrir! ¡Corro un gran peligro!
El toc-toc llamó de nuevo, esta vez con más insistencia.
¡Me rehuso!
Pero el sonido seguía. El toque perseveraba con firmeza y tesón.
Mi mano temblorosa se acercó a la manivela de la puerta y un crujido oxidado emergió de ella.
El sol brillaba.
El cielo azul resplandecía destellante. Más allá se veían mariposas de colores volar alegres.
Sin viento.
Sin polvo.
No volveré a cerrar la entrada de la luz aunque ésta venga acompañada de partículas que se adhieran a mi cabello. Cargaré un rompevientos por si ocurriera...
Pero creo.
La esperanza no muere.
¿Y si abro la puerta? ¿Qué entrará por ella?
¿Quedará vulnerable mi hogar, dejándome al asecho de cualquiera?
Un golpe pequeño se escuchó de pronto.
Un golpecillo sordo. Apenas audible.
¡Imposible abrir! ¡Corro un gran peligro!
El toc-toc llamó de nuevo, esta vez con más insistencia.
¡Me rehuso!
Pero el sonido seguía. El toque perseveraba con firmeza y tesón.
Mi mano temblorosa se acercó a la manivela de la puerta y un crujido oxidado emergió de ella.
El sol brillaba.
El cielo azul resplandecía destellante. Más allá se veían mariposas de colores volar alegres.
Sin viento.
Sin polvo.
No volveré a cerrar la entrada de la luz aunque ésta venga acompañada de partículas que se adhieran a mi cabello. Cargaré un rompevientos por si ocurriera...
Pero creo.
La esperanza no muere.
domingo, 12 de junio de 2011
Dios escuchaba desde una nube.
Balanceaba sus piernas y apoyaba su barbilla en sus manos, mientras sus brazos se apoyaban en sus rodillas.
Miraba atento hacia la tierra. Observando cómo los humanos se movían como hormiguitas, así de inquietas y así de pequeñas.
Se alcanzó a percibir un suspiro del Señor.
Miró con Amor, -no puede hacerlo de otro modo-a su criatura y supo que le hacia falta algo.
Por eso, dió un profundo inhalo y mientras salía el aire de sus pulmones al exhalar, una luz tibia se fué esparciendo en el trayecto.
No fué necesario nada más.
Quienes permitieron que esa luz descendiera sobre ellos, llegó la sabiduría. La inteligencia. La fortaleza. El consejo. La ciencia. La piedad.
El hombre, sobrecogido por los regalos, miró al cielo. Entendió lo que era tener un espíritu contrito y recibió otro don más.
Dios alegre, volvió a suspirar.
Y el hombre
con todos esos dones
supo que quien se los daba era su Padre.
Balanceaba sus piernas y apoyaba su barbilla en sus manos, mientras sus brazos se apoyaban en sus rodillas.
Miraba atento hacia la tierra. Observando cómo los humanos se movían como hormiguitas, así de inquietas y así de pequeñas.
Se alcanzó a percibir un suspiro del Señor.
Miró con Amor, -no puede hacerlo de otro modo-a su criatura y supo que le hacia falta algo.
Por eso, dió un profundo inhalo y mientras salía el aire de sus pulmones al exhalar, una luz tibia se fué esparciendo en el trayecto.
No fué necesario nada más.
Quienes permitieron que esa luz descendiera sobre ellos, llegó la sabiduría. La inteligencia. La fortaleza. El consejo. La ciencia. La piedad.
El hombre, sobrecogido por los regalos, miró al cielo. Entendió lo que era tener un espíritu contrito y recibió otro don más.
Dios alegre, volvió a suspirar.
Y el hombre
con todos esos dones
supo que quien se los daba era su Padre.
sábado, 11 de junio de 2011
Amanece con la típica brisa fresca y los cantos de pájaros mañaneros, que avisan a los durmientes que ha salido el sol. La pesadez de una noche interrumpida se acumula en mis párpados suplicando unos minutos más. El reloj me mira irritado desde la mesita donde vive, pareciendo que mueve sus pies inquieto. De la cama salen presurosos unos brazos que me aferran a las sábanas tibias. Mi cabeza se sumerge y se funde en la almohada marcando la silueta de mi rostro. Los conceptos discrepan en mi mente como el partido que se escucha a lo lejos, con porras y silbatos, me levanto, no me levanto.
La vida comienza a hacerse pesente con un montón de sonidos externos.
Los coches
El niño que desde su casa llama a gritos a no se quién
La aspiradora del vecino
Un llanto de algún bebé hambriento
Mi voz interna.
Al abrir los ojos finalmente, tomo conciencia de mí
de lo que siento
lo que espero
lo que anhelo
lo que necesito
lo que busco
me giro hacia un costado y me incorporo lentamente ayudada de mi brazo izquierdo.
Froto mi cara.
Miro una estatuilla de la Virgen sobre un mueble, me persigno. El día ha comenzado. Es Tuyo.
¿Cómo serían tus días, tus despertares, María?
Al abrir tus ojos claros, ¿estaría junto a tu lecho, los ojos profundos de tu niño, mientras acariciaba tu frente?
¿Escuchabas el canto del gallo y antes del amanecer, estarías buscando las vasijas de barro para llenarlas de agua del pozo?
¿Algún día, quedarías, Mujer, soldada a las mantas, agotada de una noche insomne? ¿Tu hijo bendito, te robó el sueño alguna vez, mientras dolido por algo lloraba en el crepúsculo?
Le has compartido tu vida y tus secretos, y por ello te está eternamente agradecida.
Masika está conmovida, tratando de plasmar lo que escuchó de tus labios santos.
Amanece.
Las letras me buscan.
La vida comienza a hacerse pesente con un montón de sonidos externos.
Los coches
El niño que desde su casa llama a gritos a no se quién
La aspiradora del vecino
Un llanto de algún bebé hambriento
Mi voz interna.
Al abrir los ojos finalmente, tomo conciencia de mí
de lo que siento
lo que espero
lo que anhelo
lo que necesito
lo que busco
me giro hacia un costado y me incorporo lentamente ayudada de mi brazo izquierdo.
Froto mi cara.
Miro una estatuilla de la Virgen sobre un mueble, me persigno. El día ha comenzado. Es Tuyo.
¿Cómo serían tus días, tus despertares, María?
Al abrir tus ojos claros, ¿estaría junto a tu lecho, los ojos profundos de tu niño, mientras acariciaba tu frente?
¿Escuchabas el canto del gallo y antes del amanecer, estarías buscando las vasijas de barro para llenarlas de agua del pozo?
¿Algún día, quedarías, Mujer, soldada a las mantas, agotada de una noche insomne? ¿Tu hijo bendito, te robó el sueño alguna vez, mientras dolido por algo lloraba en el crepúsculo?
Le has compartido tu vida y tus secretos, y por ello te está eternamente agradecida.
Masika está conmovida, tratando de plasmar lo que escuchó de tus labios santos.
Amanece.
Las letras me buscan.
miércoles, 8 de junio de 2011
¿hablando se entiende la gente?
No lo creo.
Cuántas veces la gente habla y habla y habla y no acaba nunca de entenderse. (Y eso cuando se dan el tiempo de hablar, que es el menos)
Y peor en un mundo donde rige la injusticia desde que el hombre era hombre.
So pretexto de salir "adelante" (ni cuenta que es para atrás) de cualquier circunstancia,
las personas son capaces de sacar un as de la manga para explicar un comportamiento evidentemente desigual, ventajoso, imparcial.
Veo cómo se comunican las abejas, cómo lo hacen los insectos con un no-cerebro más minúsculo que la cabeza de un alfiler y no puedo más que llenarme de indignación al ver nuestra calidad de habla.
Frustrante es ver cómo gana siempre el más fuerte, o en su defecto, el más gandalla.
Corro asfixiada en busca de palabras guardadas en mi mente que me rescaten; encuentro varias, espero que sean suficientes:
Somos más los buenos
Por tus obras seras juzgado
La verdad os hará libres.
Believe.
Cuántas veces la gente habla y habla y habla y no acaba nunca de entenderse. (Y eso cuando se dan el tiempo de hablar, que es el menos)
Y peor en un mundo donde rige la injusticia desde que el hombre era hombre.
So pretexto de salir "adelante" (ni cuenta que es para atrás) de cualquier circunstancia,
las personas son capaces de sacar un as de la manga para explicar un comportamiento evidentemente desigual, ventajoso, imparcial.
Veo cómo se comunican las abejas, cómo lo hacen los insectos con un no-cerebro más minúsculo que la cabeza de un alfiler y no puedo más que llenarme de indignación al ver nuestra calidad de habla.
Frustrante es ver cómo gana siempre el más fuerte, o en su defecto, el más gandalla.
Corro asfixiada en busca de palabras guardadas en mi mente que me rescaten; encuentro varias, espero que sean suficientes:
Somos más los buenos
Por tus obras seras juzgado
La verdad os hará libres.
Believe.
miércoles, 1 de junio de 2011
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