miércoles, 9 de marzo de 2011

Cuarenta.

En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.
Llega, para los que seguimos a Cristo, nuestros cuarenta.
El nos invita, -me lo ha dicho- a elevarnos sobre aquéllas cosas que nos atan. Dejarlas para decirle a Él que sí, será nuestra prueba, y para qué negarlo, nuestra dificultad.
Pero si al final, lo que tendremos es más libertad, más amor y por lo tanto más Cristo, entraré descalza a éstos mis cuarentas, porque es territorio santo.
Nunca me gustó la cuaresma. A partir de hoy, la abrazo porque he entendido que es un encuentro con la gracia más sublime del Evangelio: Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario